En la vida he aprendido a tomarme un tiempo de análisis en silencio, a veces camino, a veces lo hago pedaleando, a veces solo un scotch en el sillón mirando el horizonte, pero es indudable que necesitamos parar para poder reflexionar, evaluar, hacer un stop.
Uno de esos dias, hice un balance de como solía ser la banca hace 10 o 15 años, tampoco me fui muy atrás… el iPhone ya existía. Sin duda, muchas cosas han cambiado. Sin embargo, para muchos dominios todavía estamos en el principio.
Déjame compartir algunas dependencias que podemos analizar. Porque si queremos entender hacia donde debemos ir, o ser proactivos y entender hacia adonde vamos a ir y hacerlo preparados veamos que cambió
— El modelo bancario vertical de talla única (one size fit all) es cosa del pasado. Los servicios financieros hoy, son sinónimo de aplicaciones que se ejecutan en la nube en un modelo 24/7
— El enfoque en el producto ha dado su lugar a soluciones holísticas y de valor añadido, ya no funciona bien a nivel productividad intentar vender un producto lejano al aporte de valor con un cliente.
Las expectativas de los clientes se han reconfigurado más allá de los límites de la industria, y los clientes esperan obtener en todas partes la experiencia del cliente de BigTech fluida, rápida y fácil, si recuerdan un artículo anterior que publiqué hablaba de ubicuidad, de la necesidad del cliente de hacer lo que quiere, cuando quiere y donde quiere.
La infraestructura ya no es una ventaja competitiva ni un monopolio para los bancos; por el contrario, su arquitectura heredada se ha convertido en una de sus mayores desventajas, y no estoy haciendo énfasis en que la gente no quiere volver a las sucursales, sino que quizás esas sucursales han dejado de ser funcionales, útiles.
Open Banking es el nuevo nombre del juego con #data y API en su núcleo, el gobierno abierto, el open insurance. La región está avanzando muy rápidamente sobre este tema
A pesar de la acelerada aparición, participación, disrupción y penetración en el mercado de las fintech, todavía hay muchos dominios bancarios con oportunidades de ingresos considerables que permanecen fragmentados y mal atendidos, lo que los convierte en buenos candidatos para los desafíos intersectoriales: los depósitos minoristas y de pequeñas empresas, la agilidad en pagos, los préstamos corporativos y de consumo y la gestión de patrimonios son buenos ejemplos. Y no estoy entrando en las necesidades de los habitantes fuera de las grandes ciudades.
Por otro lado, muchos bancos todavía están enfocados en la transformación digital, lo que significa migrar sus estructuras y servicios actuales a una infraestructura digital con una interfaz fácil de usar. A pesar del imperativo de hacer esto, el problema es que los bancos están en muchos casos (al menos) un paso atrás: el surgimiento de una economía digital conectada ha reposicionado el panorama competitivo en torno a un eje principal: la personalización masiva con servicios digitales siempre activos y la economía de plataforma como modelo de negocio para ofrecerlos.
Dentro de este entorno, es probable que la competencia más feroz no provenga del interior de la industria, sino de segmentos adyacentes o incluso del exterior.
Los bancos que logren sobrevivir tendrán que experimentar un cambio de mentalidad y reposicionarse en la cadena de valor a lo largo de dos ejes principales:
1) alejarse lo más posible de la comoditización recentrándose en sus activos principales y fortalezas únicas
2) expandir selectivamente sus capacidades (negocios, geografía o ambos). Irónicamente, incluso si hacerlo se traduce en cosas tales como equipos de innovación internos dedicados, la orquestación de ecosistemas propios, la creación de mercados específicos de proveedores o el empleo del modelo de banca como servicio para alquilar capacidades e infraestructura de licencias,
3) Si solo nos enfocamos en la parte digital en la Transformación Digital podemos volver al principio, donde nos dimos cuenta que la tecnología definía los productos y no las necesidades de los clientes, recordemos que la tecnología es solo un disponibilizador.
Aun estamos en los comienzos definitivamente
Diego San Esteban