¿Por qué fallan los enfoques de conectividad existentes?
Las tecnologías subyacentes a la transformación digital han permitido a las empresas comprometerse con sus grupos de interés en formas nuevas e innovadoras.
Estas tecnologías, notablemente SaaS, móvil e IoT, han aumentado dramáticamente el número de extremos a conectar. Cuando una organización sólo puede tener que considerar sus sistemas internos, debe considerar un conjunto exponencialmente más grande de puntos finales dentro y fuera de la empresa.
Por ejemplo, las transacciones de pago financiero realizadas previamente por cheques, ahora son transaccionadas por un conjunto expandido de canales -incluyendo la banca telefónica, en línea y móvil.
Además, la frecuencia con la que estos nuevos sistemas cambian también ha aumentado. Por ejemplo, mientras que el esquema de la base de datos de un sistema bancario central puede cambiar solo en una base anual, los requisitos de las aplicaciones bancarias en línea y móviles que se conectan a esos sistemas pueden cambiar semanalmente, diariamente o incluso cada hora.
Esta velocidad de innovación es una característica definitoria de la transformación digital y la TI debe esforzarse por permitir, en lugar de obstaculizar ese cambio.
Los líderes de TI deben cumplir dos objetivos aparentemente contradictorios: deben garantizar la estabilidad y el control de los sistemas centrales de registro, al mismo tiempo que permiten la innovación y la rápida iteración de las aplicaciones que tienen acceso a esos sistemas de registro.
Éste es el desafío que ahora se denomina de forma bimodal o de dos velocidades
Los enfoques de conectividad existentes no son aptos para estos nuevos desafíos.
La integración de aplicaciones punto a punto es frágil y costosa de mantener. Los enfoques de arquitectura orientada a servicios (SOA) proporcionan cierta instrucción en teoría, pero han sido mal implementados en la práctica.
Los principios de SOA son sólidos: servicios bien definidos que son fácilmente detectables y fácilmente reutilizables. Sin embargo, en la práctica estos objetivos rara vez se alcanzaron.
El deseo de interfaces bien definidas resultó en iniciativas top-down, big bang que estaban atascadas en proceso. Demasiado poco pensamiento, si alguno, fue dado al descubrimiento y al consumo de servicios. Y el uso de SOAP basada en WebServices tecnología para implementar SOA resultó ser un enfoque de peso pesado que estaba mal adaptado entonces y aún más ahora mal adecuado para casos de uso móvil de hoy.
Se requiere un nuevo enfoque, que aproveche las inversiones existentes y permita a la TI aprovechar el momento para impulsar el cambio transformacional; Que permite la agilidad, pero también permite a la TI mantener la visibilidad y el control. Este cambio es un viaje que requiere cambiar la mentalidad de TI de la entrega de proyectos, entregar activos como servicios y habilitar a la Línea de negocio de TI para auto-servir y construir sus propias conexiones, procesos y aplicaciones, mientras que TI central controla el acceso, los SLAs y la calidad de los datos .
En resumen, TI tiene que convertirse en una plataforma para el negocio.